"El perpetuo relleno de la biopolítica" por Christian Ríos
Christian Ríos – El
perpetuo relleno de la biopolítica
Tres meses después del primer caso de Covid 19 en
Argentina, resulta posible afirmar que la vida cotidiana se ha visto
modificada. Ninguno de sus aspectos permanece igual. En el ámbito laboral
muchos se ven imposibilitados de trabajar, otros al ser considerados dentro de
las actividades “esenciales” han continuado con sus trabajos, a veces con
angustia y miedo frente al contagio, otras –sin querer saber nada del asunto–
sin detectar ninguna modificación.
Por supuesto, no todo el mercado laboral1
se juega entre los “esenciales” y los “imposibilitados”, una buena parte,
forzados por la situación, transformaron sus actividades a partir del uso de la
tecnología, algo que si bien venía aconteciendo, y tal vez allí se encuentre el
soporte de dicha invención, adquirió en el contexto de la pandemia una potencia
nunca antes vista. Con mayor o menor dificultad los “reinventados” tampoco
constituyen un grupo homogéneo, están quienes lo hacen a regañadientes,
enojados por el costo subjetivo y económico de la reinvención, y aquellos
entusiastas que encuentran en la exploración de la virtualidad un nuevo campo
de oportunidades.
De una forma u otra, estos cambios nos plantean
algunas preguntas: ¿el forzamiento a la vida virtual tiene un carácter de
excepción o más bien introducirá cambios permanentes en nuestra forma de vida?
Y en todo caso, ¿cuál es la lógica del poder articulada a dichos cambios? O
bien ¿cómo afectarán la subjetividad y los cuerpos?
En este punto, debemos prestar atención a como se
configura el poder en el terreno de la biopolítica, ya que en dicha dimensión
se juega el gobierno de los cuerpos. Paul Preciado, siguiendo a Michel
Foucault, plantea que los momentos de pandemia suelen funcionar –por su
llamamiento al Estado de excepción y por la aplicación de medidas restrictivas
extremas- como grandes laboratorios de innovación social, constituyendo así, la
ocasión de una reconfiguración a gran escala de las técnicas del cuerpo y de
las tecnologías de poder.
Cabe aclarar, que, la medida de aislamiento social,
preventivo y obligatorio tuvo sus efectos positivos al momento de controlar la
pandemia y evitar el colapso del sistema de salud. Este punto, a mi entender,
no está en cuestión, sino más bien se trata de interrogar cómo se articula una
nueva lógica del poder.
Recordemos, que Foucault consideraba que todo
dispositivo pasa por un proceso de génesis y constituye formaciones que
responden a determinadas urgencias históricas. En esta cuestión, si bien en un
primer momento predomina un objetivo estratégico, un dispositivo se
constituye y prevalece estrictamente como tal en la medida en que se convierte
en el lugar donde se reproduce un doble proceso:
- Sobre-determinación funcional: referido al reajuste constante de los múltiples efectos, positivos o negativos, queridos o no, producto de la diversidad de los elementos que constituyen un dispositivo.
- Perpetuo relleno estratégico: centrado en la reutilización política, social y económica de los efectos imprevistos e inesperados que surgen como respuestas a determinados puntos de urgencia histórica.
Por lo expuesto, no resulta factible afirmar que
una medida como el aislamiento, garantizaría en sí misma, una dirección hacia
la cual marcharía una nueva configuración del poder.
Por otra parte, la periodista y escritora
canadiense, Naomi Klein, señala como el discurso del virus y su peligrosidad,
puesto en juego principalmente en el riesgo del acercamiento de los cuerpos,
abre nuevas articulaciones en el juego del poder. La promesa tecnológica,
aplicada al mundo del trabajo, la salud y la educación, se erige así como la
única respuesta o alternativa, al momento de cuidar la vida. Discurso que tensa
el dilema entre la seguridad –ahora anclada en la salud- versus la libertad.
Ante la amenaza que implica la propagación del virus –el enemigo invisible-
nada mejor que el home office, la tele salud y el aprendizaje remoto. La
sociedad de la virtualidad avanzará hacia un borramiento de la privacidad al
confinar los cuerpos a partir de un nuevo ejercicio del control donde la
tecnología tendrá su lugar central.
Así se constata, durante este tiempo, el variado
uso de plataformas como zoom, google meet y Skype entre otras, aplicadas a las
aulas virtuales, consultas médicas, sesiones psicológicas y analíticas,
reuniones de trabajo, festejos de cumpleaños, comunicaciones entre amigos. Pero
también hemos visto su utilización volcada al control y la seguridad como en el
caso de Corea del Sur, donde a partir del uso de la aplicación denominada self-quarantine
safety protection, no solo se llegó a realizar diagnósticos masivos y a
distancia, sino también a controlar –vía geo localización y con la finalidad de
cumplimiento del aislamiento– la ubicación de aquellas personas infectadas por
el virus.
Aclaremos que, el problema aquí no reside en la
tecnología -no debemos demonizarla- ni tampoco en medidas de carácter
excepcional y necesarias para controlar la pandemia, ya que podríamos
considerar que se encuentran justificadas por la crisis, sino más bien en la
lógica funcional del poder al que responden.
Entonces, no solo la tecno-ciencia encuentra en la
pandemia la oportunidad para su experimentación, desarrollo y diversificación,
sino también el capitalismo2 halla en la tecno-ciencia su mayor
aliado para su continuidad y expansión bajo una nueva forma, una nueva
sociedad.
En plena crisis pandémica, el capitalismo
herido -pero no de muerte- de la mano de la tecno-ciencia encuentra el camino
para su recuperación.
¿Cuál será la función del psicoanálisis en esta
nueva época? A mi entender, la de siempre, no asimilarse o dejarse absorber por
el movimiento de la civilización, sino más bien interpretar su malestar, a
partir de un esfuerzo más de extimidad.
Frente a los imperativos de los nuevos
significantes amos, en la época del Otro que no existe, ante la homogeneización
propuesta por la ciencia y el mercado, jugaremos una vez más nuestra apuesta a
partir de los desechos que el amo produzca.
En el empuje de una civilización que confina los
cuerpos a la virtualidad, será la presencia real la que adquiera mayor
relevancia, donde encontremos las resistencias, los síntomas y allí nuestra
ocasión: la interpretación analítica.
Christian Ríos es Miembro de la EOL y la AMP. Director de la EOL
Sección La Plata y Responsable del Seminario del Campo Freudiano (2016-18).
Director de la Cátedra Libre Jacques Lacan, Universidad Nacional de La Plata.
Docente de la UNLP.
Notas bibliográficas:
1 Cabe decir que, el ámbito laboral constituye uno
de los ámbitos más afectados por la crisis actual. En nuestro país, el debate
se instaló alrededor del eje salud versus economía. En dicha puja se alzan
distintas voces. Por un lado, aquellas que, a partir de las fallas presentadas
por los sistemas de salud de gobiernos gestionados por el neoliberalismo, creen
ver una gran oportunidad para discutir la importancia de los Estados –estos
sectores se presentan asociados a la defensa de la salud y sostienen que el asilamiento
constituye la medida adecuada para sobrellevar la situación–, y aquellas otras
voces que en detrimento de la salud bregan por la continuidad de la economía
como si nada hubiese pasado. De todas maneras, la implementación de políticas
en una u otra dirección dejó ver sus efectos, tanto en la dimensión de la salud
como en la economía. Los gobiernos que han apostado por privilegiar la economía
–EEUU, Brasil, Suecia, por ejemplo- no han dejado de pagar los costos al
momento de contabilizar las muertes por Covid 19, a la vez que no han logrado
evitar las grandes pérdidas económicas. Por otro lado, aquellos que han
apostado por la salud, obtuvieron una mejor administración de los contagios,
pero tampoco evitaron las pérdidas económicas. En definitiva, se trata de un no
saber frente a la irrupción de un real traumático. En la diversidad de
respuestas, algo es seguro, adentrados en el siglo 21, el coronavirus, en su
dimensión pandémica, nos confronta a aceptar que la salida no será sin
pérdidas.
2 Así se confirma al observar el movimiento del
capital, los nuevos puntos de acumulación concentrados en las grandes
corporaciones informáticas.
Bibliografía:
Bassols, M., Distanciamiento social y
acercamiento subjetivo. Conferencia dictada en en Seminario del Campo
Freudiano de Valencia y correspondiente al ciclo de conferencias Pulsos de
nuestra época. Disponible en
Klein, N., “Distopía de alta tecnología: la receta
que se gesta en Nueva York para el post-coronavirus”. Disponible en
https://www.lavaca.org/portada/la-distopia-de-alta-tecnologia-post-coronavirus/ , 2020.
Foucault, M., “El juego de Michel Foucault”. En, Saber
y verdad, Ediciones De la Piqueta, Madrid, 1991.
Miller, J.-A., “La salvación por los desechos”. En,
Revista Lacaniana de Psicoanálisis N° 16. Barcelona, España, 2009.
Preciado, P., “Aprendiendo del virus”, en Sopa
de Wuhan, Editorial APSO (Aislamiento Preventivo Social y Obligatorio), p.
163-188, 2020.
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